- Es nulo el matrimonio contraído por error en la persona, declara el art. 101, n
La Ley de Matr. Civ. arg. establece que "el error sobre la identidad del individuo físico o de la persona civil, vician el consentimiento" (art. 16): Ello hace anulable el matrimonio, si así lo demanda el cónyuge que haya stifrido el error. Esta acción se extingue para el marido si ha habido cohabitación durante tres días después de desvanecido el error, y para la mujer durante treinta días después" (art. 85, n? 39). Entendemos que la cohabitación se refiere en este caso a la acepción de. convivencia y no a la de acceso carnal. Además, la diferencia de plazos se justifica por los reparos y dificultades que las mujeres tienen en estas materias para consultar y decidirse.
Agrega el propio texto que "no habrá buena fe por ignorancia o error de derecho. Tampoco la habrá por ignorancia o error de hecho que no sea excusable, a menos que el error fuese ocasionado por dolo" (art. 90). "El cónyuge de buena fe puede demandar al cónyuge de mala fe y a los terceros que hubiesen provocado el error, por indemnización de daños y perjuicios" (art. 91).
En el Derecho Canónico, el error en la persona del otro contrayente anula el vínculo, háyase causado con dolo o sin él. Este error no versa sobre el nombre de la persona, sino sobre su personalidad total; en lugar de contraer matrimonio con aquella mujer que se conoció y trató en tal lugar y de tal manera se produce una confusión, malintencionada o casual, y se celebra el enlace con otra distinta.
Fuera de los casos mencionados, las circunstancias accidentales de la persona no anulan el matrimonio; y citan los canonistas algunas tan graves como la virginidad y la honestidad, además de la belleza, el talento, la cultura, la riqueza, la estirpe noble, la salud, etc. El error o desconocimiento de los caracteres fundamentales del matrimonio, como unidad, indisolubilidad y dignidad, no pueden en modo alguno anularlo, según el canon 1.084 del Cód. Canónico.
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