326 yoría que decidió el rechazo de la demanda, que surgía dela causa que la atención fue caracterizada en los peritajes como correcta en cada uno de los pasos adoptados y que el paciente no fue deficientemente asistido por los médicos.
Agregó luego que, respecto de las medidas terapéuticas a adoptar atendiendo a la evolución del paciente, los expertos señalaron que a partir de la intervención y hasta su deceso, aquel estuvo afectado de una hipovolemia severa y que la reposición de fluidos fue insuficiente para mejorar su situación, por lo que necesitaba de una inmediata administración de sangre, opinión que lo llevó a concluir que la afirmación era que debió ser transfundido y reoperado, para superar el estado que lo aquejaba.
Recor dó que el perito delos accionantes postuló que no se tomaron medidas diagnosticas para confirmar o descartar la existencia de pérdida de sangre en la sospecha de que tal era la situación, confiándose sólo en la sintomatología del paciente, sin adoptar una conducta a medida que se iban sucediendo nuevas manifestaciones dínicas.
Expresó que leasiste razón al codemandado Aráoz porque se halla acreditado que la pérdida noera suficiente para descompensarlo, que no existe constancia de que el paciente haya tenido síntomas que determinen la presencia de shock hipovolémico, ni se evidenció un cuadro de insuficiencia cardíaca.
Afirmó que pese a recomendarse por los expertos como conducta debida la transfusión sanguínea, los mismos admiten que hay criterios que no aconsejan manipular al paciente y que el propio perito de la actora reconoció que la falta de trasfusión podía explicarse en una tendencia a evitarlas por el temor a inocular enfermedades infecciosas o para no aumentar un estado de hipercoagulabilidad.
Siguió diciendo que se ha acompañado bibliografía por el Dr. Aráoz que sostiene que no es conveniente iniciar la transfusión de sangre demasiado pronto, que debe utilizarse cuando no son posibles otras terapias y debe ser usada como último recurso, y agrega "no hay evidencias de que sea necesario transfundir al paciente antes de la cirugía". Respecto a la posibilidad de la reoperación, expresa el juzgador queel dictamen del propio perito de la actora lolleva a considerar que no existió necesidad de efectuarla.
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Año: 2003, CSJN Fallos: 326:800
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