Una gran parte de esa cuenca se encontraba en lo que fue el gran valle del Riachuelo. La traza del arroyo, en condiciones naturales, comenzaba en lo que actualmente es el partido de La Matanza, recorría el antiguo partido de San José de Flores, atravesaba el camino llamado "de Campana" y se perdía en los bañados del Bajo de Flores, que interactuaban con el Riachuelo. Finalmente, las aguas eran volcadas al Río de la Plata (confr. fs. 94/96, 303 y 374).
Como es obvio, esas "condiciones naturales" han cambiado sustancialmente. La cuenca del arroyo Cildáñez pertenece actualmente a una región densamente poblada y presenta características que —según el peritaje hidráulico- "dificultan su análisis físico ya que se encuentra totalmente modificada antrópicamente". En esa cuenca se alcanzan altos grados de impermeabilización de los suelos y existen también obras de infraestructura hidráulica para la conducción de las aguas pluviales (confr. fs. 289, 304, 329, 330, 338, 373 y 525).
Algunas de esas obras hidráulicas son de muy antigua data. Las primeras consistieron en la canalización y rectificación del curso de agua natural del arroyo, para mejorar los escurrimientos de las aguas de lluvia de los mataderos, recién construidos. Ya en el año 1939, un ingeniero de la administración de Obras Sanitarias de la Nación expresó que se había llegado al estado entonces existente del arroyo Cildáñez "mediante rectificaciones, profundizaciones y extensiones sucesivas" (fs. 376).
Las obras de desagúes pluviales más importantes de la Capital Federal —que incluyeron conductos principales, secundarios y de derivación— fueron construidas por la mencionada repartición nacional y tuvieron comienzo de ejecución en el año 1937 (fs. 337). El emisario .
principal de la cuenca del arroyo Cildáñez siguió —al menos en parte— la línea del cauce natural y fue entubado desde su ingreso en la Capital Federal —a la altura de la avenida General Paz y la calle Francisco Bilbao— hasta la avenida Coronel Roca; desde ese punto y hasta su desembocadura en el Riachuelo se excavó un canal abierto (confr.
fs. 342, 376/381 y 393). Asimismo, se entubó el arroyo Maldonado —que igualmente nace en la Provincia de Buenos Aires y continúa su curso por la Capital Federal- siguiendo igualmente el cauce natural fs. 340). También se construyó un conducto aliviador para derivar aguas de esta última entubación hacia el arroyo Cildáñez (confr. - .
fs. 286/287, 296/297, 304/308, 313/314, 374/35, 385/388 y, en especial,
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Año: 1998, CSJN Fallos: 321:3011 
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