Con impericia —continúa— se confundió un tumor decomportamiento benigno y que normalmente se cura con la extirpación quirúrgica con otrodealta malignidad. Por el diagnóstico de carcinoma bronquial a pequeñas células se le aplicaron durante más de un año tratamientos radiantes y quimioterápicos que, entre otros efectos secundarios lesionaron gravemente el corazón y llevaron a la fibrosis pulmonar.
En tanto, el tumor permaneció prácticamente sin modificación.
La revisión del caso realizada a más de un año de haber comenzado a ser atendido en el Instituto Doctor Estévez, así como el nuevo estudio de muestras histopatológicas obtenidas antes y después del tratamiento, demostraron que el tumor era benigno y consistía en un adenoma bronquial, tipo carcinoide. La prueba de elloesla propia evolución del tumor, que no sufrió modificación ni aun después de cinco años de suspendido el tratamiento oncológico. Ese tipo detumor, localizado en el lóbulo superior del pulmón izquierdo, habría aconsejadola extirpación quirúrgica lo que habría sanado a Jordán Cruz.
Reproduce los términos del informe técnico-científico del Cuerpo Médico Forense y desarrolla cronológicamente los hechos a partir de los primeros síntomas sufridos por el paciente, destacando que en el Hospital San Juan de Dios se dispuso una broncoscopía seguida por el estudio histopatológico efectuado por el doctor Oviedo Alarcón que indicó: "Biopsia bronquial: infiltración por carcinoma anaplásico de células pequeñas". Este diagnóstico, aceptado por el doctor Estévez para encarar el tratamiento, no fue compartido por ninguno de los especialistas que después de un año revisaron las muestras y marcó el punto de partida dela cadena de negligencias en diagnósticos y ter apias ocurridas más tarde.
Recuerda que el examen histopatológico es uno de los tantos infor mes complementarios que se utilizan en medicina para configurar, junto con los síntomas y signos que presenta el paciente y sus antecedentes familiares y personales, un cuadro clínico compatible con una enfermedad determinada. En efecto, para lograr una certeza diagnóstica es necesario comprobar la concordancia de toda una constelación de datos clínicos, de pruebas complementarias, y la observación de la evolución del cuadro. Dice que el resultado del examen histopatológico esla interpretación macroscópica y microscópica de un tejido. La posibilidad de certeza o error depende, por una parte, delos conocimientos y experiencia del observador y, por la otra, de la complejidad del fenó
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Año: 2001, CSJN Fallos: 324:2985
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