dos Unidos de Norteamérica. En efecto, para una mejor decisión del sub judice conviene sintetizar, al menos, la conocida como fighting words doctrine de singular relevancia en la especie —como se verá- y originada en el caso "Chaplinsky vs. New Hampshire" (315 U.S. 568 1942]). En éste, un testigo de Jehová que distribuía propaganda relacionada con su credo, fue condenado por llamar a un funcionario municipal "maldito estafador" y "maldito fascista" (°God-damned racketeer and a damned fascist"). La Suprema Corte, al confirmar la condena impuesta por las instancias anteriores, sentó las bases de la nueva doctrina, al sostener que tal es expresiones "que por su sola pronunciación infligen agravio o tienden a incitar una inmediata perturbación del orden público" 0, con otro giro, que tienen "una tendencia directa a causar actos de violencia de parte de las personas a quienes, individualmente, la expresión es dirigida", "no son una parte esencial de ninguna exposición de ideas" y que por ello, no gozan dela protección constitucional que garantiza la Primera Enmienda.
8°) Que en el caso "Street vs. New York" (394 U.S. 576 [1969]), Street, un negro, al enterarse de que James Meredith, un líder de los derechos civiles, había sido asesinado, quemó una bandera americana en público. Una pequeña multitud se reunió y Street dijo: "No necesitamos ninguna maldita bandera. Si ellos dejaron que eso le ocurriera a Meredith, nosotros no necesitamos una bandera americana". La Suprema Corte, al absolverlodijo: "A pesar de que resulta concebible que algunos oyentes pudiesen haber sido movidos a una represalia al escuchar las irrespetuosas palabras de Street, no podemos decir que sus observaciones fueron tan inherentemente inflamatorias como para hallarse dentro de aquella pequeña case de fighting words' que es "probable que provoquen una represalia por partedela persona media y, de esta manera, causen una ruptura en la paz".
9?) Que, en igual sentido, en el caso "Cohen vs. California" (403 U.S. 15 [1971]), Cohen vestía una campera con las palabras "Fuck the Draft", mientras se encontraba en el pasillo del edificiodeun tribunal.
La Suprema Corte revocó la condena impuesta por la Suprema Corte de California, al considerar que no cabía aplicar la doctrina de las fightingwords: "Si bien la palabra de cuatroletras mostrada por Cohen en relación al servicio militar es comúnmente empleada en un uso personalmente provocativo, en este caso es claro queno estaba "dirigidaala persona del oyente". Ningún individuoreal o posiblemente presente podría haber considerado razonablemente a las palabras escritas en la campera del apelante como un insulto personal directo".
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Año: 2000, CSJN Fallos: 323:3524
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