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merced de cualquiera. Así tuvimos un pueblo altivo en tl alma y sometido en los hechos; una democracia avanzada en los principios y bastardeada en las urnas; un nombre glorioso en las lides libertadoras, ignominiosamente trajinado en la mesa de los plutócratas extranjeros. Así tuvimos magníficas riquezas dilapidadas en mezquino comercio, y leyes técnicamente buenas y prúetienmente inservibles, "No íbamos a redimirnos del allanamiento de nuestra soberanía y de la injusticia social con la sola posesión de mayores bienes económicos. Nos hacía falta una verdadera profesión de fe, una devoción asidua por los valores morales y espirituales constantes, una doctrina nacional", Esa conquista suprema, la integración de la nacionalidad, el desarrollo del sentimiento de responsabilidad de cada uno de sus integrantes hacia el grupo social, para su progreso y defensa, es la obra de Perón y de la revolución material y espiritual que él conduce.

En mayo de 1950, el Presidente reconoció ese estado superior de la ciudadanía : "Nuestro pueblo tiene ahora sentido del respeto por la dignidad de las personas, concepto patriótico de la vida, conciencia de su responsabilidad social, sensibilidad humana frente al dolor de sus semejantes, y es posible esperar de un pueblo así todo cuanto es necesario para que una nación alcance en el concierto mundial el privilegio de un destino como el que queremos para nuestra Patria", Y nuestra tesis de que la defensa de lo nuestro debe estar informada por la existencia del ser nacional integrndo, es decir, de una voluntad omnímoda de Iu-har por la supervivencia y el progreso común, aparece abonada por estas palabras de Perón: "Los argentinos, como ciudadanos de un país libre y gallardo, tenemos la obligación de oponernos a cualquier clase de avasallamiento,

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Año: 1954, CSJN Fallos: 230:12 
Extraido de : https://universojus.com/csjn/tomo-230/pagina-12