- No son abonables los gastos de puro lujo o de mero recreo al poseedor de buena fe; pero, al cesar en la posesión, puede llevarse los objetos de adorno que subsistan, siempre que no sufra deterioro la finca o la cosa. Iguales normas se establecen para el poseedor de mala fe (arts. 454 y 455 del Cód. Civ. esp.). (v. GASTOS NECESARIOS y ÚTILES.) (1354, 3.706.)
[Inicio] >>