propiedad— los que hasta el año 1999 no recibieron el agua proveniente de los desbor des. Tal circunstancia determinó su buena valoración a lo largo del tienpo. Sin embargo, las lluvias ocurridas durante ese año abarcaron zonas que habitualmente no sufrían sus consecuencias.
Explican que la provincia toda, y en especial su zona sur, necesita de obras de canalización que lleven las aguas hacia formas de desagote natural y que a su vez puedan regular su curso mediante represas que garanticen la existencia del recurso natural en las épocas de sequía. En ese sentido —agregan- la situación vivida durante el año 1998 en la localidad de Melo debió provocar decisiones rápidas y eficaces por parte de las autoridades. Hacia fines de abril y primeros días del mes de mayo de ese año, algunos productores de la zona advirtieron que la masa de agua caída se encontraba fuera de su cauce y se acer caba peligrosamente no sólo a los campos bajos sino también al casco urbano. Antetal circunstancia, recurrieron ala Municipalidad en busca deuna solución, la que estaba lejos de las posibilidades de ese organismo toda vez que la realización de las obras necesarias competía al ámbito provincial.
Ante el reclamo popular —continúan— el intendente, en lugar de elevar los reclamos a las autoridades competentes, encabezó la protesta vecinal y un grupo de poblador es cavó una zanja cercana ala ciudad desviando las aguas hacia un camino conocido como Sol de Mayo.
La decisión de abrir canales artificiales —sostienen— se tomó en forma intempestiva sin responder a ningún plan o estudio previo porque el Único propósito que guiaba a los habitantes de lalocalidad era desviar el agua que llegaba. Ello, sin embargo, no trajoninguna solución pues se inundaron los campos de los alrededores.
Todoello hacía suponer que de repetirse una caída de agua de un volumen similar las tierras normalmente secas podían quedar afectadas pero, noobstante, las autoridades provinciales no tomaron ninguna decisión.
En el año 1999, la situación resultó más grave. Las lluvias al canzaron durante el mes de marzo 453 mm y 153 en abril, lo que supuso un total acumulado que superólos 547 mm del añoanterior. Pero pese a ello, la provincia siguió renuente a realizar las obras necesarias y no atinó siquiera a tapar las zanjas abiertas. El problema —sin embar go— no podía ser ignorado porque tomó estado público.
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Año: 2003, CSJN Fallos: 326:2751 
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