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minutos después el deponente sintió gritar a Orellano que decía "vengan a verme que me encuentro lastimado". Que en seguida el declarante, en compañía de su concubina Orfelina Villaerán de Marabolit, quien había contado lo ocurrido, se dirigieron al lugar donde habían oído el grito, constatando que Orellano se hallaba herido en el vientre y que le salían los intestinos a lo que sacando la faja que llevaba fajó al herido..." Que en cuanto a este punto y a falta de satisfacción en su indagatoria, estaríamos frente al enigma de saber quién pudo ser el autor de las lesiones que presentaba Orellano. cuando ocurrió el procesado en si auxilio, si Ramírez según lo afirma Sides a fs. 118 vía, líneas 23 y 24 —nada tuvo que ver con los hechos—. Así las cosas, quedarían justificadas, en todo caso, las lesiones sufridas por la Ochoa, pero munea las de Orellano a no ser que en el momento preciso en que este último salió afuera con Ramírez, alguien se encontrara en el lugar para herirlo.

Pero todo ello es, a todas luees, inadmisible, y no puede caber sino en el escaso poder mental de quien como Sides, inventara un hecho que luego esgrime en forma de desesperada defensa para su descargo, no aportando ni siquiera el menor detalle de quién pudo ser aquel "fantasma" que hiriera gravemente a Orellano, Es evidente su propósito usando un derecho procesal para desligarse de la responsabilidad que indudablemente le enbe en el hecho que motiva estos obrados. En la ya citada deelaración indaratoria al ser interrogado si Hevaba un cuchillito de unos seis o siete centímetros de hoja, ésta muy angosta, "que debe haber quedado en el Jugar porque al día siguiente no lo encontró más en su-poder presumiendo se le haya caído cuando sacó la faja para fajar a Orellano. ..". Con posterioridad, al ser eareado con Tsabel Ochoa y de lo que da enenta la diligencia de Es, 165 vta. dice: °... Que el enchillito que el declarante usaba en esa fecha, la del heeho, era de tamaño chico, y de pura lata, que al pegar una puñalada se dobla todo y que sa noche no lo Ucvaba en su poder, Si hien es cierto que medió un tiempo largo entre una y otra diligencia (des años y diez meses) no es menos cierto que el mismo es insuficiente para olvidar un detalle que indudablemente, era de suma importancia para st situación. No cabe duda alguna que, durante el tiempo desde que fué detenido en Bahía Blanca desde que se le recibió indagatoria pla

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Año: 1950, CSJN Fallos: 216:437 
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