hecho lo presenció nn tal Ramírez; que ambos estaban un poco bebidos y que su compadre luego del hecho tomó una bicicleta diciéndole que iba a dar cuenta a la policía, A fs. 4, depone Isabel Ochoa, y dice que el día ya referido, como a las 21 horas, encontrándose en el domicilio de Fidel Cides, con la concubina de éste € yrfelina Villagrán, llegó José Ramírez, a quien conove de vistas, que éste último le pidió permiso al patrón (Cides) para hacer uma fiestita; que así salió a comprar vino, trayendo eineo litros: que luego de L haber cenado todos, como así también Juan Orellano, concubino de la declarante, sin poder preeisar el motivo, Sides, que «e encontraba alcoholizado, tuvo una discusión con Orellano y sacando un enchillo pequeño de su cintura le infirió una puñalada y tuego dirigiéndose a la exponente le dijo: °°Vos tenés la enlpa", aplicándole un tajo en el rostro y otro untazo enel vientre, dándose Juego a la fuga en la bicicleta de Orellano. Que éste se encontraba en estado normal. Que Sides, nando llegara a la tarde, ya estaba bastante ebrio y que atribuye el hecho en parte al estado anormal en que éste se eneontraba.
A fs. 5 vía. consta una diligencia policial en la que el escribiente de policía Manuel Eustaquio Gamas, da cuenta del resultado de la corisión que se le encomendara, para lo enal se constituyó en el Iugar del hecho £ ompañado por el médico Dr. Nebbia, con quien, en un monte próximo a la choza encontraron como a unos sesenta metres, enído en el suelo, tapado con una frazada, a Juan Orellano, quien de inmediato fué asistido por el nombrado facultativo.
A fs. 7 acepta el cargo el perito médico designado Dr, José Paro Nebbia, agregándose croquis itustrativo del lugar a
LA .
A fs. 11 y siguientes depone la concubina del procesado, Orfelina Villagrán de Marabolit, quien en su transcurso manifiesta que la noche del hecho, Juego de haber cenado Juan Orellano, Isabel Ochoa, José Ramírez, Fidel Cid y la deelarante que cuidaba en ese momento una criatura, quedaron sentados los nombrados haciéndose chistes y otras bromas entre Orellano y Cid, mientras Ramírez permanecía callado y escuchando. Que siendo las 21, encontrándose en la ramada acostando a la criatura oyó una discusión entre Cid y Orellano, como de que este último le recriminaba a aquél, entre otras cosas, palabras de que le "montaba" la mujer. Que como viera que el tono de la discusión subía, salió en dirección al lugar encontrándose en la puerta a Ramírez quien, a su reque
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Año: 1950, CSJN Fallos: 216:431
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