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paro que le dió la muerte. Y esta actitud agresiva es precisamente, el punto delicado y difícil á estimar en esta cansa, El hecho de haber llevado la mano ú la cintura, como para sacar el cuchillo, no debió ser muy pronunciado, cuando solo declaran haberlo visto dos de los cinco marineros que estaban presentes, Gothsfreed y Lathrope (£. 31 y 32); y los otros nada dicen al resperto, Cierto es que la eirennstancia de encontrarse el euchillo al lado del cadúver, fuera de la vaina, da mayor peso al testimo= nio de los que afirman aquella circunstancia, y si ú esto se agrega que se encontró tambien una cachiporra en una mano del marinero muerto, aparece mas fundado el temor de ser agredido, que precipitó el tiro con que procuró defenderse el Piloto. Este temor aparece todavia mas fundado si se trae á cuenta el carácter agresivo de Anderson, de que hace mérito el Capitan en su declaracion de f. 46 vuelta, Todas estas circunstancias, favorables unas y adversas otras, dejan empero, como he dicho al principio, el ánimo vacilante y sin poder formar una conciencia segura y tranquila, acerca de si el acusado eseedió Á los límites de una justa y legítima defensa, En este caso, la ley natural y la ley escrita aconsejan inclinarse 4 la solucion mas favorable al acusado, El ha sufrido ya una prision de seis meses, En castigo de haber recurrido á mepios violentos, en vez de dar parte á la autoridad que tenia ú la mano; asi como de no haber esperado á que la agresion fuera mas maniliesta y caracterizada, antes de disparar el tiro que podia causar, y causó en efecto la muerte de un hombre, mi opinion es que V. E. lo condene ú completar un año de prision y el pago de las costas de este proceso.

Eduardo Costa.

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Año: 1879, CSJN Fallos: 21:509 
Extraido de : https://universojus.com/csjn/tomo-21/pagina-509