por carecer de armas para defender su vida. Los testigos no afirman que en la persecución, Peressi exhibiera armas, pero sí, que Maurel corría. El propio procesado confiesa a fs. 17 que ""ofuscado por la acción (de Maurel), lo siguió con el propósito de darle alcance y pegarle unas trompadas, para darle un escarmiento, pues éste, toda vez que lo encontraba en lugares apartados, lo insultaba y lo amenazaba, diciéndole que :
cualquier día le iba a dar otra paliza (Peressi) para no verse envuelto en líos, lo rehuía, éste como la anterior, y como él Maurel) al parecer se envalentonaba, Que sin darse cuenta, lo corrió más de una cuadra, hasta que penetró al Bar Farhat, ete".
De acuerdo con la relación que del hecho hace el procesado, si en algún momento su vida estuvo en peligro, fué cuando la víctima lo detuvo en la calle, desafiándolo a pelear. Pero no se puede sostener que obró en legítima defensa, —como lo reclama la defensa— cuando al ver la actitud decidida de Peressi, se da a la fuga. El mismo procesado en el acta labrada al reconstruirse el hecho lo reconoce al expresar que, al descender bruscamente del vehículo, un tanto ofuscado "su intención era propinarle unos golpes de puño a su ofensor, observando que éste depone su actitud agresiva, aparentemente, y desandando su itinerario echa a correr seguido por el erponente" (ver fs. 84 vta.).
Desde el instante, pues, que la víctima ""depone su actitud agresiva", y" echa a correr seguida por el procesado, quien lo persigue para propinarle unos golpes, es este último Peressi) quien de agredido se convierte en agresor.
Al entrar en la casa de Farhat, la víctima se refuria en la habitación de D. Luis Maurel, y hasta allí, fué a buscarla el homicida para inmolarla. Según el procesado la puerta de la habitación estaba abierta, y al penetrar en la misma, lo hizo con el propósito de referirle a D. Luis Maurel, tío de ambos, lo que había ocurrido. Pero al entrar, se cierra una de las hojas de la puerta, y en la semi-oscuridad ve que alguien se le tira encima, diciendo "caiste en la trampa". Tomado de sorpresa y conociendo la voz de quien era, dió un salto hacia el interior de la pieza, quedando en el medio de la misma, Maurel viendo malogrado su intento, también saltó hacia atrás, e hizo ademán de sacar armas en posición medio agazapado como para saltarlo; él no esperó más; rápidamente sacó su revólver haciéndole tres disparos, ete.... (ver fs. 17 vuelta). a Aunque fuera exacta esa exposición, cabe tener en cuenta
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Año: 1950, CSJN Fallos: 217:525
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