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cobardes" según su propia declaración (fs. 46 vta.) y que a continuación sacando la luz de la cocina fué en busca del _ revólver que había utilizado Paredes y recogiéndolo del suelo amenazó a los demás diciéndoles que iba a "matar a tres o cuatro"; que en vista de no encontrar a nadie se dirigió a la casa de los patrones penetrando a la cocina y presente que se .

hizo la sirvienta le dijo "que había apuñaleado a su amigo y que ahora lo iba a buscar; que si se encontraba con vida lo mataría"; que con toda frialdad se puso a tomar mate para lo cual prendió fuego dejando el cuchillo sobre la mesa y el revólver sobre la ventana y más tarde buscó afanosamente a Eduardo Oyarzún yendo con tal objeto dos veces al galpón de esquila sin dar con él "amenazándolo que lo iba ac... a puñaladas" (fs. 47 vta.), interrogado al efecto responde que buscaba a Eduardo Oyarzún porque le "tenía rabia" por haberle pegado una trompada en el momento que se había "agarrado con Paredes"" (fs. 48) ; que en todo momento ha conservado el control de sus aetos puesto que reproduce al detalle las diversas escenas del hecho, coincidiendo en un todo con los testigos y además él mismo manifiesta que estaba "algo embriagado pero no del todo" (fs. 90) y como se ha visto esos dichos están corroborados por todos los testigos.

Todo ello demuestra que se conservaba todavía en Millatureo un espíritu de venganza no obstante las resultas del suceso y que lejos de apesadumbrarse por el delito cometido, conciente de las consecuencias que el mismo le originaria, se sentía envalentonado pretendiendo agredir con un enchillo y revólver en su poder al resto de los peones al ver que éstos ——.

huían de él atemorizados, como lo revela así también la manifestación que le hizo al sargento Paz horas ¿pués del hecho (fs. 2 vta.), en el sentido de que lo habs +vido malamente a Paredes por lo que suponía estaba mi 1e-.0, recalcando con insistencia reiteradas veces que "éste ya no tira más tiros" a pesar de que estimaba le correspondería una sanción grave aumentada todavía por los antecedentes penales que tiene.

V. Resta destacar como indicio igualmente en su contra, lo expresado por José Mon Martínez de que en cierta ocasión, no hacía mucho tiempo, en circunstancias en que iba a caballo en compañía de Paredes, un tal Quesada y Millatureo, éste provocó con insistencia al primero que estaba ebrio sacando un cuchillo para pelearlo y al intervenir Quesada mediando en el incidente con el fin de evitar una des- N gracia, el procesado pretendió también agredirlo.

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Año: 1950, CSJN Fallos: 217:515 
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