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DE JUSTICIA DE LA NACIÓN E
to se había retirado a dormir no bien se inició la discusión.

Que Pérez logró separarlos manteniendo a ambos asidos de las muñecas, pero la víctima consiguió zafarse saliendo en, dirección a su pieza, por lo que aquél soltó al compareciente que se encaminó hacia un emmión estacionado frente a la cocina en procura de un cuchillo que tenía guardado; pues pensó que Paredes había ido en busea de armas. Con el arma se fué "corriendo" a su "encuentro", a "rumbo" ya que no se veía y hallándose a una distancia aproximada de un metro aquél le dijo "así te quería agarrar" haciéndole un disparo y simul- táneamente le aplicó un golpe en la cabeza a consecuencias del .

cual cayó de rodillas "casi sin sentido" y en "esa posición" "sabe que le pegó una puñalada a Paredes" que no recuerda si le pegó otras más debido a que "perdió el conocimiento" por efectos del golpe recibido, Que al volver en sí se encontró solo en el mismo lugar, sin haber visto cuando "disparó Paredes" ni por donde lo hizo, como así las demás personas que habían estado presentes momentos antes. El encuentro fué en la "misma puerta de la pieza en que se alojaba Paredes". Una vez "recobrado el sentido" salió al patio adyacente a la cocina llamando a las demás personas que habían disparado diciéndoles que no temieran acercarse porque no les iba a hacer nada "insultándolos a la vez que tratándoles de cobardes". Recuerda también que Vergara desde cierta distancia ""le echó en cara su mal procedimiento, en ausencia del patrón de la estancia", pidiéndole al deponente que le ayudara a poner en marcha el camión para ir a presentarse a la policía.

Que al no querer acercarse nadie resolvió hacer marchar el camión él solo pero no pudo, por lo que se dirigió a la cocina y sacó la luz para volver al patio, "viendo entonces frente a la puerta de la pieza que ocupaba Paredes un revólver tirado en el suelo el que recogió y dirigiéndose entonces a los que .

andaban disparando les dijo: "ajú, aquí está, ahora ya. tengo, el revólver, vengan que voy a matar a tres o cuatro", y salió :

a buscarlos, pero no dió con ellos y se fué a la cocina de la casa de los dueños de la estancia, cuya puerta se hallaba sin picaporte y penetró a la misma llamando a la sirvienta que estaba acostada. Cuando ésta se hizo presente el indagado le contó que había "apuñaleado" a su amigo y que ahora lo iba a buscar, que si se encontraba con vida lo mataría". Acto seguido se puso a tomar mate para lo cual prendió la estufa dejando el eunchillo sobre la mesa y el revólver de éste sobre una ventana.

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Año: 1950, CSJN Fallos: 217:511 
Extraido de : https://universojus.com/csjn/tomo-217/pagina-511