Entonces, la educación legal no es un tema menor. En casi todos los países se ha discutido y han encontrado soluciones. Nosotros hace muchísimos años que venimos discutiendo el tema y nunca se ha logrado una solución. Por eso es un tema difícil, pero lo hemos incluido para que se resuelva, para que digamos verdaderamente qué es lo que queremos hacer con la educación legal, cómo podemos mejorarla y cómo podemos hacer una organización que funcione bien respecto de los tribunales de distintos rangos. Entonces están todos invitados y hemos recibido muchísimas propuestas en relación a ese tema, ideas diferentes. Hay que resolverlo, porque necesitamos de los colegios de abogados como cooperación y de las universidades como fuente, en la cual estamos implicados. Todos nosotros hemos estado en la universidad, somos profesores... es algo común, pero tenemos que pensar no en las disputas sino en cómo brindamos juntos un mejor servicio.
También es necesario que pensemos en el trabajo que tienen que hacer los empleados y los funcionarios, que son una parte importantísimas de los poderes judiciales, por eso hemos invitado a los sindicatos, a los funcionarios, que vengan y digan cuáles son sus ideas. Tienen que participar: Pero tienen que participar con un espíritu abierto. Pensemos en el servicio público y no en nuestros beneficios personales, si vamos a tener más o menos tiempo. Hay que pensar un poco más en grande, hacer una autocrítica.
Es cierto también, y con esto quiero terminar un poco el panorama, que los poderes judiciales necesitan también ser mejor conocidos.
Nosotros sabemos que las críticas son buenas. Las necesitamos. Las fomentamos. La Corte ha hecho muchos vínculos con el periodismo profesional. Valorizamos el periodismo profesional. Tenemos convenios, damos premios a aquellos que se especializan en áreas judiciales. Y eso es importante, se tiene que conocer mejor lo que hacen los poderes judiciales.
Ahora, hay actitudes que pueden afectar el funcionamiento de los poderes judiciales. En primer lugar no todo está mal. Pensemos que la Argentina tuvo una enorme crisis económica en el año 2000, 2001, 2002, y todo eso fue a parar a los poderes judiciales de todo el país. Miles y miles de causas. Cuando nosotros entramos aquí en la Corte Suprema estaba lleno de expedientes, miles, 200 mil, 300 mil, y los poderes judiciales con las mismas cantidades de jueces y los mismos recursos hicieron frente a esa situación y la resolvieron, y pacificaron la sociedad.
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Año: 2018, CSJN Fallos: 341:21
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