promover la diversidad. Uno ve que en el mundo tenemos muy buenos dirigentes formados con mentalidad del siglo XIX, cuando las sociedades eran homogéneas. Y si no lo eran, las hacían homogéneas. La idea del "pensamiento único". Pero esto hoy ya no es posible. Hay que admitir la diversidad, la pluralidad de modos de vida y de ideas que existen en todas las sociedades actuales. Por eso, la Corte ha insistido mucho en este aspecto y lo seguirá haciendo. Voy a mencionar 3 facetas de la diversidad que han estado en nuestra jurisprudencia. La primera es el derecho a la autodeterminación. Toda persona tiene un derecho a una esfera de la individualidad personal. Dentro de esa esfera, si no afecta a terceros, que es lo que dice el artículo 19 de la Constitución Nacional, puede hacer lo que quiere. Dejemos tranquilas a las personas para que vivan y decidan como quieren vivir. No necesitamos que nadie, por cualquier razón que invoque, pretenda regular la vida privada, las decisiones personales, en varios campos que hacen a la plenitud del desarrollo de las personas en una sociedad multicultural.
Esto también lo ha dicho la Corte y muchísimos tribunales de todo el país. Creo que también es una política de Estado. El segundo aspecto es, dentro de la pluralidad de ideas, el derecho de criticar. La Corte lo ha afirmado, en particular con referencia al periodismo, el derecho de acceso a la información, el derecho de crítica y el derecho a participar en los debates públicos. Ultimamente la Corte ha dicho que la actividad del periodista o de la periodista, de las personas, no hablamos aquí de las empresas sino de las personas, está asimilada al artículo 19 de la Constitución, es decir, no hay regulación salvo que afecte a derechos de terceros. En esto seguimos al pie de la letra en muchos casos la jurisprudencia de la Corte Interamericana. Una tercera faceta es que hay que fortalecer el debate público. Lo hemos dicho recientemente.
Pero nos parece que es muy importante prestar atención a cómo se hace este debate público. Porque observamos que cuando alguien expresa una idea o argumento, no se contesta esa idea o argumento, se ataca a la persona, se la agravia, se demonizan personas o grupos.
Esto es algo que nos preocupa y está generalizado, no hablamos de un sector, todos lo sufren, aquí y en muchas partes del mundo. Contrariamente a lo que se pensaba, esto se ha expandido por múltiples razones, que no vamos a profundizar aquí. Es importante decir que ya en el Medioevo se hablaba del argumento ad hominem. Esto fue censurado en muchas de las experiencias trágicas del siglo XX y que no debemos permitirlo. Está mal. Cuando alguien hace o dice algo, es mejor contestar con argumentos sobre lo que dijo o hizo, pero no es bueno atacar a las personas, a los grupos, demonizar, o hacer lo que vemos que se
Compartir
65Citar Página
Para citar esta página puedes copiar y pegar la siguiente
referencia
:
Año: 2014, CSJN Fallos: 337:9
Extraido de : https://universojus.com/csjn/tomo-337/pagina-9
¿Has encontrado algún error en el texto?
Por favor, tenga en cuenta que los textos mostrados en esta página web pueden contener errores ortográficos o ser difíciles de leer debido al proceso de reconocimiento óptico aplicado a documentos antiguos extraídos de los PDF de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina. Puede acceder a los documentos originales en el siguiente enlace: CSJN en específico en el Tomo: 337 Volumen: 1 en el número: 11 . Se recomienda utilizar los textos proporcionados aquí solo con fines informativos y considerar la fuente original para una referencia precisa.
Si encuentras algún error o tienes alguna consulta, no dudes en contactarnos