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dió que "quería trasladrse al destacamento Tres Cerros para entregarse a la Policía", Que como no pudo poner en marcha el camión, Millatureo entró al patio y con una luz empezó a buscar algo mientras era observado por el deponente, Pérez y Vergara quienes se hallaban apostados al efecto tras del cerco que rodea el patio donde estaba aquél viendo que en determinado momento se agachó alzando al parecer algo del suelo al tiempo que decía ""ajú, aquí está, ahora ya tengo el revólver, vengan que voy a matar a tres o cuatro", insultando especialmente a Vergara.

Como consecuencia de ello todos dispararon y al pasar el declarante por el lugar donde cayó Paredes sintió quejidos por lo cual se acercó y prendió un fósforo comprobando que éste aun se hallaba con vida, pero se retiró en seguida sin poderle prestar ayuda por temor de que llegara Millatureo de un momento a otro y al poco rato se reunió con Vergara y Pérez, en compañía de los cuales se encaminó a la estancia de Ciselli para que los condujera en su automóvil al Destacamento Tres Cerros a denunciar el hecho, €) Afs. 9 corre el acta de inspección ocular. En el lugar indicado por el denunciante se encuentra el cadáver de Paredes, comprobando la Instrucción que el mismo presenta cuatro heridas de arma blanca, de las cuales tres de carácter grave y que a juicio de los presentes son las que han producido el deceso de la víctima. Examinadas sus ropas se le extrajo de un bolsillo de la bombacha una billetera vacía encontrando un billete de cinco pesos en un bolsillo de la campera y una chaira en la cintura. Se recogió asimismo del suelo una revolvera manchada con sangre que estaba próxima a la mano izquierda del cadáver. En la parte exterior de la pared de la pieza que ocupaba Paredes, cerea del marco de la puerta, se notan manchas de sangre a la altura de 1,25 mts. que se prolongan hasta los 0.45 mts., como también dos rayones a 1 metro y a 0,70 de altura respectivamente y un puntazo a 0,60 mts, del suelo, los cuales se suponen fueron errados. La pared de la habitación de Millatureo también presenta algunas manchas de sangre en el ángulo que forman ambas paredes a la altura del zócalo, también se encuentran rastros de sangre dando la impresión de haberse caído una persona herida o bien que se hirió al caerse.

Eduardo Oyarzún hace entrega a la Instrucción de un + cuchillo que tiene la hoja manchada con sangre, manifestando haberlo encontrado sobre una mesa de la cocina a la mañana siguiente del hecho, como también que entregó a la sirvienta

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Año: 1950, CSJN Fallos: 217:508 
Extraido de : https://universojus.com/csjn/tomo-217/pagina-508