cuál debió ser la conducta a seguir por los funcionarios del instituto.
Obviamente que no correspondía —como se señala en el pronuncia miento impugnado— dar aviso al empleado para que éste se diese ala fuga. Pero de ello no sejustifica que durante el lapso de más de 10 días .
que duró el operativo no se adoptaran mínimas medidas tendientes a individualizar a una comisión que, sin orden escrita de ningún tipo, 7 había transmitido su propósito de detener a un empleado de la institución. Tal conducta, por lo demás, fue la seguida en un caso de similares características por una empresa privada (confr. documental de fs. 431/ 432 del expediente principal), y en ese caso el detenido mereció una —— suerte muy distinta a la de Giorgi, cuyo paradero —como es de público conocimiento— se desconoce a partir del 27 de noviembre de 1978.
Tampoco parece excusable que, una vez comprobada la irregularidad.
del procedimiento, no se hubiese realizado en forma inmediata la pertinente denuncia. . .
17) Que igualmente desacertadas son las afirmaciones del tribunal recurrido concernientes a que los funcionarios de la demandada no se equivocaron cuando creyeron que quienesrealizaron las gestiones para detener a Giorgi formaban parte del personal de la Policía Federal, pertenencia que estima acreditada con la declaración del jefe de Personal Sr. Pasqualini. Más allá de que en el testimonio invocado sólo se alude a la fugaz presentación de una credericial respecto de la cual no se tomó nota alguna, y de que no se efectuaran prudentes averiguaciones mínimas que respaldaron las afirmaciones de Cramer, lo cierto es que éste resultó ser —de acuerdo a constancias incorporadas al expediente de cuya veracidad no cabe dudar (confr. informe de fs.
462/465)— el seudónimo que utilizaba un tal Eduardo Angel Cruz, que en ningún momento integró las filas de la Policía Federal, sino que se desempeñaba en la Subgerencia Departamental de Seguridad Bancaria del Banco de la Nación Argentina. El citado Cruz fue exonerado en 1985 por inconducta notoria, pues invocaba ser miembro de la Policía Federal y relataba ante sus compañeros las misiones reservadas que había realizado, al par que repartía entre ellos, en calidad de obsequios, objetos de procedencia desconocida. Por lo demás, si las afirmaciones de _ "la Cámara que aluden a que Giorgi estuvo detenido en el llamado establecimiento Olimpo que dependía del Primer Cuerpo de Ejército, se traen a colación de demostrar que la orden había emanado de autoridad competente —contra la cual, al decir del a quo, debió en última instancia dirigirse el reclamo—, basta para desestimar tal argumento con señalar que el razonamiento en que se apoya pareciera disculpar el
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Año: 1988, CSJN Fallos: 311:630
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