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Hemos trabajado, señores, en el ámbito judicial, por la noción argentina de la justicia. Hemos comprendido que, abrazados por unn doctrina nacional, las tareas más encumbradas y las más humildes, debían estar penetradas del mismo sentido trascendental. Esta es, a mi parecer, la mejor síntesis de nuestro esfuerzo, porque ella abarca nuestra hermandad permanente, nuestra solidaridad inconmovible como argentinos, Encaramos, desde principios de 1953, un programa de difusión de los postulados del Segundo Plan Quinquenal, dentro de la esfera de la administración de justicia. La Corte Suprema elaboró los detalles del programa, y es muy justo afirmar que los señores magistrados y funcionarios, con espontánea decisión, contribuyeron con las luces de su saber y experiencia, a la realización de tan noble y patriótica empresa. El señor Presidente de la Nación, euya presencia confiere excepcional jerarquía a la circunstancia que nos reúne, deba saber que cada vez que muestra voz se levantó para ana.

lizar los principios del Segundo Plan Quinquenal, por él concebido, despertamos ecos profundos en quienes nos escuchaban, Y debe alentarle a proseguir su obra de redención nacional, la certidumbre de que esos ecos provenían del alma del pueblo.

Nuestra prédica alcanzó todos los rincones del país. Dijimos que, en el pasado, la carencia de un sentido nacional de la vida, de una fe entrañable en nuestro destino, de un sentimiento de unidad fraternal para realizarlo, nos habían puesto a merced de cualquiera, Recordamos que habíamos tenido un pueblo altivo en el alma y sometido en los hechos; una democracia avanzada en los principios y bastardeada en las urnas; un nombre glorioso en las lides libertadoras, ignominiosamente trajinado en la mesa de los plutócratas extran

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Año: 1954, CSJN Fallos: 228:34 
Extraido de : https://universojus.com/csjn/tomo-228/pagina-34