e FALLOS TE LA CORTE SUPREMA y E ciendo la consecutiva paresia que Calderón manifiesta del óculo os - mictor izquierdo, Art, 223 código citado.
> ed s Segundo: El cuerpo del delito de homicidio perpetrado en "7 E persona del vigilante don Ascención Mayorga, resulta plenamente E acreditado ante todo por una prueba irrefragable y ed hominesa CO proporcionada, cosa rara, por el mismo acusado Diego Battilama, OO usen el día 4 de junio, es decir, horas después del homicidio conE somaido en la noche del 3, rondaba por la casa del señor Calderóa, Eoarrastrado providencia'mente por la curiosidad quizás de inquirir E si se Jubiese descuhierto el crimen, para fraguar según las cirÉ emnmstancias lo que fuese más conducente a despistar ada justicia.
E Pero se encormró con lo que no esperaba, esto es, con muchos 5 vecinos del lugar que acababan de ver el cadáver de Mayorga, CO avisados por el vagonero don Franciscó Colinhieque 4 drclaracion de fs, 1281, quien en la mañana de es: día 4 fué el primero que pasando con st earro vió tendido e! cadáver de Mayorga, fuera de la casa de Calderón. Sorprendido el acusado Diego Battitana, armóse de «1 winchester, dió la voz de alto a los indicados vecinos preguntándoles airadamente sobre lo que hacian por allá y oigándo'os a regresar delante del' cadáver, donde r Battilana por sus mismas manos, labró en su propia libreta le o hofsilo, el acta de fs. 162, haciendo constar ante los señores Mi guel Tribarne, Sixto Jerez, Alejandro Villagrán, Lino Quiroga y Juan C. Parry, que sabian escribir y firmar y otros que no sabian escribir, la posición del cadáver de Mayorga, el número y calidad de las muehas puñaladas de la victima que hurgaha y q revolvia, despreocupado, anotando como diez puñaladas, hacha205 y Un corte que casi lo había degollado. Todos estos testigos decararon despues, afirmando que Battilana pretendió que en ea famosa acta expusiesen ante Él, sargento de policia, que Mayorga había sido muerto por el señor Calderón para que no se quejase de falta de pago de sus sueldos, falsedad que los testigos es negaron a escribir, quedando el acta labrada como sale a f< 102, como elocuente mota propio del mismo homicida. El mismo día y de junio labróse después, por el oficial de policía instructor de la prevención, don Gui'lermo Landale; la segunda Eo : Y.
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Año: 1912, CSJN Fallos: 116:318
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