- Uno de los estafadores, bien vestido, se sienta cerca de la víctima, alguna persona del campo, de aspecto rudo, que está en algún café o paseo de la ciudad. La conversación se traba poco después; y, cuando ya es flúida, hace su entrada el socio del primer timador, que aparenta estar algo bebido, y dice haber vuelto del extranjero y desea cambiar en una casa de banca parte del dinero que tiene. Al indicarle el compañero que ese establecimiento se encuentra lejos o está cerrado a esa hora, el falso borracho se aviene a cambiar el dinero con quien sea, aunque le den algo menos que lo oficial.
El timado y el gancho suelen concertarse entonces para esa operación, a medias, y ganarse una pequeña cantidad. • Entonces, el supuesto interesado en el cambio saca de los bolsillos uno o más paquetes, que muestran en la parte superior4 y visible una moneda auténtica de oro o plata. Entregado el dinero por el campesino y una parte por el gancho, (que luego le devuelve su socio) el que ha cambiado el dinero se aleja; pero el otro timador advierte que se ha olvidado el sombrero, y va en su busca de prisa, para entregárselo, y así perder de vista al timado.
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