- De la apreciación subjetiva y favorable que otro causa en uno, la locución persona grata se utiliza en lenguaje diplomático para designar los representantes que un Estado propone y otro acepta, (v. EXEQUÁTUR.) Basta la declaración unilateral de que es persona no grata el representante diplomático o consular de un Estado, formulada por el gobierno de aquel en cuyo territorio se encuentra acreditado, para que deba cesar en sus funciones e incluso abandonar el país. Esta declaración, suscitada en ocasiones por motivos políticos, como injerencias en los asuntos internos del país extranjero para él, constituye en otros supuestos una verdadera renuncia a la territorialidad penal; porque de esa manera se expulsa indirectamente al representante de otro país que ha cometido algunos delitos que no quiere juzgar el gobierno y la justicia de la nación donde ha delinquido.
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