paralela ahorran, trabajan disciplinadamente y no parecen sufrir con proporcionar sus deberes a sus ambiciones. ¿Lo vio Bermejo? Presiento que sí, Y lo pienso por la sugestiva cita final, que quiere ser profética, reproducida de un fallo de 1903, el año de sv incorporación: "si se reconoce la facultad de los poderes públicos para fijar e alquiler ... habría que reconocerles la de fijar el precio del trabajo y el de todas las cosas que son objeto del comercio; ... la vida económica de La Nación con las libertades que la fomentan quedaría confiscada en manos de legislaturas o congresos que nsurparían por ingeniosos reglamentos todos los derechos individuales hasta caer en un comunismo de Estado en que los gobiernos serían los regentes de la industria y del comercio y los árbitros del capital y de la industria privada".
¿Podemos penetrar aún más en la subjetividad de Bermejo? Insistamos entonces en lo que él es y representa. Ha sido soldado y tribuno —y sin duda hom bre de Estado en una generación que ha vivido las expresiones terminales de la organización nacional. Han enterrado los muertos y secado las ligrimas; han creado un sistema legal y un sistema político; han ocupado el espacio y lo han poblado con gente Jaboríosa; la pampa húmeda y en alguna medida el de sierto han sido arrancados de su abandono y se han convertido en el granero del mundo; Lugones ha cantado a los ganados y a las mieses y Rubén Dario La ha llamado la "preferida del muevo siglo": los sobrevivientes de la segunda guerra tienen alguna ilusión argentina, ¿Cómo no creer que es uma sociedad con energías inagotables, con voluntad de vivir, con un destino seguro entre las primeras naciones del mando? Y entonces.. ¿poner en peligro este resorte de la vohmtad, ya debilitado por la vida fácil, con un Estado paternalista, invasor, comerciante y empresario? Bermejo votó así en nombre de odos los que tenian la misma fe; votó así como intérprete de una familia espiritual que se opone a los pesimismos históricos; como él hubieran votado muchos en Europa y en América, en representación de la burguesía antiderrotista, y con esta mención quiero decir que la cuestión que dividió a la Corte es una vieja querella occidental sobre cambio y conservación, entre Estado y sociedad.
Sintetizando, creo que en su disidencia Bermejo dió razón de sí mismo y, quizás con ello, dio la rizón a los otros.
Señores: cuando Bermejo muere en 1929, es precisamente cuando la Argentina encuentra su límite; fue la Gran Depresión mundial que puso en crisis nuestros precios agropecuarios y fue aún más la depresión de muestras instituciones republicanas que había de conducir a la ruptura del 30. Más alla del límite, nos esperaba el fondo abismal y también bajamos al infierno. ¿Cómo habrían de ser las mismas la Corte Suprema y las demás instituciones? Diría mejor: la Corte es la misma y diversa porque renacida de la naturaleza de los nuevos conflictos.
Es por esta condición tan humana de la perduración cómo hoy sentimos a Bermejo como nuestro amigo y lo traemos a este salón que vio dilartarse sus pupilas pardas,
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Año: 1979, CSJN Fallos: 301:37
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