DE JUSTICIA DE LA NACIÓN ° 127 tenciones de eliminarlo, hecho que atestigua su misma madre, tomando á veces como pretexto de sus intenciones el vengarse o por las heridas que el padre infirió en otra época á Carlota . Machiels (foja 92); era tenido como un haragán y de costum:
bres desarregladas, siendo el instigador de la madre para que se peleara con el padre; vino de Cañada Ombú 4 La Sabana expresamente resuelto á concluir con su padre, y tan es así que habiendo confesado que venía para curarse de un pie lastimado, no se practicó cura alguna en esa parte, se instaló la pieza de su padre el día miércoles, y recién el viernes, momento después de consumar sus designios criminales, llamó al botica- .
rio para que le diera un remiedio, y no para la lastimadura sino para el vientre, pero es que su objeto no era curarse, que"ría justificar en ese momento preciso que la causa de su estaN - día en la pieza del padre era la enfermedad, preparando así la = defensa. Como dos días antes del crímen se desaparece el ba- cha que usaban en la casa, y por más que la víctima y su hi jo Alfonso la buscaron no fué encontrada, pero descubierto - aquel aparece solo el cabo debajo de la cama de Gerardo, con manchas de sangre y señales de haberle sacado recién el hacha, lo que se explica, desde que esta era la parte y por haber pene 4 trado en el cráneo de la víctima estaría ensangrentada, y es condiéndola sería posible la impunidad del criminal, también . el cabo' por ser largo era algo difícil esconderlo, es así que se- .
parado el fierro, no tuvo más que salir el criminal por la puer- ta en que estaba su cama, y afuera, en la esquina de la pieza, o - rara 'el naciente, lo escondió debajo de un montón de ladrillos, N y por eso dice Eulogio Giménez (foja 8): «que vió salir á Ge .
rardo sin saco, llegó hasta la calle y volvió atrás» (croquis de foja; 32): el fierro fué hallado tiempo después con señales de haber 'sido manchado con sangre.
. Aún hay más, disgustada la víctima, con su mujer, el día antes de ser muerto había manifestado deseos de asegurar los bienes |
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Año: 1908, CSJN Fallos: 109:127
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