- Se distingue de la terrestre, a la cual se opone por el medio genuino en que se desenvuelve, el mar; pero no se contrapone necesariamente, porque se combinan en los desembarcos, reembarques, y en diversas acciones en que la artillería naval apoya a las fuerzas de tierra, incluso defensivamente.
Aun siendo los adjetivos marítimo y naval sinónimos en cierto aspecto, parece convenir la calificación de marítima para la guerra relativa a la protección del comercio propio, a la persecución del enemigo y a la vigilancia del neutral, a fin de mantener un bloqueo o impedir el contrabando de guerra. La denominación de naval podría aplicarse entonces, en sentido estricto, a las operaciones de las naves de guerra de cualquier clase, entre sí o al enfrentarse con los otros ejércitos, al atacar objetivos terrestres o al defenderse de las agresiones aéreas. Claro está que en estos dos supuestos últimos la lucha es ya propiamente mixta de terrestre y naval, y aeronaval.
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