- La de movimiento llevada a sus últimas consecuencias, aprovechando la rapidez que permiten los medios mecánicos modernos, tanto terrestres como aereos, para profundizar en las brechas abiertas en el dispositivo enemigo y convertir la persecución en fulminante y desastrosa. La campaña de Polonia en septiembre de 1939 es un ejemplo típico. Pero, con la idea de que decidiera la totalidad de la guerra, Alemania fracasó, tanto en el resultado conocido como en la duración; porque seis años resultan incompatibles con el vértigo que imprime ese presuntuoso calificativo de "relámpago".
Las guerras posteriores a la segunda mundial revelan que la brevedad de los conflictos bélicos no se muestra consubstancial con nuestra época. Así, tanto en Indonesia, como en Israel, en China, Indochina, Corea, Argelia y el Congo, las hostilidades nunca han sido menores de plazos anuales.
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