- Dar voces o gritos, que tanto puede ser manifestación de entusiasmo, cual al proclamar a un caudillo jefe de una revolución triunfante, como los de angustia y socorro de quien es víctima de desgracia o de agresión, que permite la defensa del mismo q incluso determina, cuando no haya peligro, una sanción, por el cobarde e inhumano abandono. Publicar algo a voces; como los heraldos y pregoneros.
Aclamar con voces fuertes. | | La Academia agrega también el sentido de manifestar y dar a entender algo con claridad las cosas inanimadas; y pone como ejemplo: "La sangre de Abel vocea el delito de Caín", que es tanto como descubrir, acusar y aun, tenuemente, clamar vengadora justicia. Jactarse en público de un beneficio y echárselo en cara al que lo ha recibido; actitud por demás delicada pues, de no mediar ajena ingratitud, releva de ella ese recuerdo con tinte de humillación.
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