- El apoderamiento de las cosas del enemigo en la guerra ha sido derecho o hecho conocido y practicado, hasta el abuso máximo, en los pueblos antiguos. En Roma, aun cuando el botín se adjudicaba al Estado, quedaba ello anulado en la realidad, por cuanto pertenecían a los militares los objetos que "casualmente" estuviesen en su posesión. La Part. III, tít. XXVIII, ley 20, autorizaba expresamente la ocupación bélica. El Cód. Civ. guarda silencio al respecto; y se entiende que subsiste dentro de determinadas normas de Derecho Internacional, escrito o consuetudinario. El Regí. esp. de campaña de 1882 reconocía el principio fundamental de la guerra moderna, en que se respeta la propiedad privada del enemigo; aun así, se declara confiscable la propiedad privada del Estado, se admite la posibilidad de destruir la de los particulares y se afirma que constituye buena presa la de todo objeto útil para la guerra. Los Convenios de La Haya del 29 de julio de 1899 y del 18 de octubre de 1907 rigen esta materia, hasta donde los Estados quieran hacer honor a sus firmas y a los derechos humanos.
En otro aspecto, la ocupación bélica plantea los problemas de la organización de los territorios invadidos o derrotados, y el llamado derecho de conquista, el de incorporar al suelo patrio los países, comarcas o ciudades arrebatadas a un enemigo," el de constituirlos en colonia u otra situación de dependencía con respecto a una extraña soberanía. En una y otra materia, pese a los empeños de regular la administración del vencido, temporal o definitivamente, y la adjudicación de los territorios litigiosos recurriendo a fórmulas jurídicas, todavía predomina la videncia, el derecho de la fuerza y la eficacia del hecho consumado.
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➥ Se conocieron las condenas por la sedición policial de diciembre de 2013
➥ Condenaron por abuso sexual agravado a quien decía tener poderes sobrenaturales para llevar a cabo su cometido
➥ Rechazaron el amparo para evitar espectáculos de jineteada y doma entendiendo que no representan crueldad equina
➥ El Jurado de Enjuiciamiento absolvió al juez cuya secretaria le había imputado acoso sexual