- Nombre más o menos piadoso que se da a la locura, a la enajenación mental, con tendencia a considerarla de posible remedio.
Como primera de las eximentes, ya que no existe voluntad ni razón, ni libertad propiamente por tanto, el Cód. Pen. esp. incluye la enajenación y el encontrarse en situación de trastorno mental transi- torio a no ser que éste baya sido buscado de propósito para delinquir.
Cuando el enajenado (y la ley olvida al trastornado) haya cometido im acto que la ley sancione como delito, el tribunal decretará su internamiento en un hospital destinado a tales enfermos, del cual no podrá salir sin previa autorización del mismo tribunal (art. 8 Esta redacción, bastante plausible, salvo la omisión señalada, fué innovación -del texto de 1932, a fin de eliminar la antigua fórmula que sólo comprendía al loco y al imbéciL La redacción nueva, debida al psiquíatra Sanchís Banús, tia entrada a numerosas situaciones de inimputabilidad; por la fiebre (delirios activos), la embriaguez plena y fortuita. (v. CIRCUNSTANCIAS EXIMENTES, ENAJENACIÓN MENTAL.)
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