- Tendencia y régimen de organización de los trabajadores a través de los sindicatos. II Predominio de éstos en las relaciones laborales o en la vida del Estado. | | Actuación vigorosa, y en ocasiones violentísima, de las organizaciones obreras en la lucha de clases. Doctrina que apoya en el sindicato el futuro régimen social.
El sindicalismo integra un movimiento amplísimo, basado en los sindicatos, estructura primaria que señala el fundamento de la organización laboral. El sindicalismo, gestado en gran parte por autores franceses, constituye un sistema doctrinal, político o ideológico. Su desenvolvimiento se inicia o final <3.1 siglo xix; sus postulados difieren conforme a la distinta táctica que se emplee, de diversos matices, desde los moderados a los revolucionarios.
Han pasado de moda los ataques dirigidos contra el sindicalismo. La discusión, en esta materia, no se produce, por cuanto las viejas doctrinas, como anticuadas, apenas interesan hoy. Quienes ven en el sindicalismo revolucionario (v.e.v.), que constituía el terror de los hombres de orden de la segunda década del siglo xx, como una amenaza, son tan contados, que casi no merecen se les preste atención. Por otra parte, el sindicalismo como doctrina política parece haber sido rebasado, por la razón de que en el presente constituye axioma la libertad de asociación, aun mediatizada de hecho en algunos países. Junto a tal criterio, pocos son los que consideran el sindicato como medio de lucha para la conquista de posiciones políticas; la mayoría los considera cual factor para obtener las mejoras necesarias correspondientes a los intereses profesionales.
Problema que agita poderosamente a ciertos sectores de opinión, aun careciendo en gran parte de sentido, es el del sindicalismo político o apolítico. Se afirma que si el sindicato no se encuentra dentro del Estado, estará necesariamente frente al mismo. Tal tesis parece inexacta. El sindicato apolítico debe estar ineludiblemente fuera de la órbita estatal, pero no frente al Estado. En cambio, el sindicato político se encuentra, forzosamente, dentro o enfrente del Estado.
El sindicalismo de Estado convierte, de manera obligatoria, a las asociaciones profesionales en organismos políticos; pues no en vano los gobiernos, cualquiera sea su matiz característico, representan una política determinada; y aunque se sostenga que todo gobierno es nacional, los hombres que lo integran actúan como productos de coaliciones políticas, que imprimen a su obra el sello que las mismas poseen. De ahí que el sindicalismo nacional represente un sindicalismo político, aunque sea dentro del Estado y colaborando con sus fines.
El sindicalismo político, hasta siendo nacional, puede encontrarse frente al Estado; puesto que pretende, con el empleo de la fuerza que los organismos dan a sus miembros, la conquista del poder, para el logro de sus fines. Es ése el sindicalismo revolucionarío, contra el cual no se ha luchado más que., utilizando su misma fuerza; pero dentro de la organización política, para convertir un sindicalismo frente al Estado en un sindicalismo de Estada, en que remedio y enfermedad obligan a elección difícil.
Posada, con su habitual palabra serena, centra la cuestión al decir: "El problema fundamental del Estado, frente a las corrientes diversas del sindicalismo, estriba en hallarles cauce, en elaborar un amplio orden jurídico que facilite su incorporación al régimen político. En suma, estriba en lograr su propia transformación en consonancia con las reales y positivas transformaciones que las necesidades nuevas de la vida, o las nuevas formas de sentirlas, imponen a las sociedades contemporáneas**, (v. COOPERATIVISMO, CORPORATIVISMO; DERECHO y LIBERTAD DE ASOCIACIÓN.)
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