- Cualidad o virtud que conlleva con resignación o calma las desventuras, infortunios, persecuciones, trabajos y demás cargas o contratiempos. Serenidad del ánimo ante incitaciones contrarias, que se opone al arrebato (v.e.v.) en lo individual; y a la protesta y a la rebeldía, en los fenómenos de las masas. En la ejecución de labores o en el cumplimiento de deberes, lentitud cercana a la indolencia o a la pereza. Tolerancia compatible con el honor. En el ejercicio de los derechos, renuncia a los mismos o dilación en ejercitarlos ante el abuso o el desconocimiento de los demás.
En el último de los sentidos indicados, el Cód. Civ. esp. entiende que existe mala fe, por parte del dueño del terreno en que otro edifica, siembra o planta, siempre que el hecho se ejecute a su vista, ciencia y paciencia, sin oponerse (art. 364). (v. ACCESIÓN.) Armarse de paciencia: aun existiendo motivo para reaccionar, mantener la quietud de ánimo o al menos la exterior. La actitud, aconsejable o no, según las circunstancias, se contrapone a los accesos de cólera y de ira, al arrebato.
Probar la paciencia: inquietar o abusar, pero confiando en que no se produzca • la reacción temida. Constituye forma manifiesta de provocación (v.e.v.), de mayor o menos trascendencia según las circunstancias.
Tentar la paciencia: reiterar las causas de irritación, enfado o enojo. (3.534.)
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