- El sentimiento contrario al amor, a la solidaridad humana, a la amistad, veneno del propio espíritu y amenaza permanente para el odiado. La Academia define la pasión responsable de las peores acciones como "antipatía y aversión hacia alguna cosa o persona cuyo mal se desea"; y que, por lo general, se procura.
En las disensiones conyugales, en las desavenencias de las familias, en la rivalidad de toda índole entre vecinos, colegas y conciudadanos, en los conflictos entre los pueblos, late este germen destructor de la humanidad y de sus valores. En el último aspecto mencionado, especialmente, el odio comparte con la ambición el triste privilegio del origen de las guerras. Dentro de la moral especialísima de los conflictos bélicos, rotas las hostilidades, tanto el patriotismo como la disciplina y el deber del combatiente, exigen el odio implacable contra el enemigo, cuya perdición ha de procurarse con los métodos más eficaces y expeditivos.
La expresión criminal típica del odio la encarna el ensañamiento (Y.e*v.) ^ .
El racismo, el nacionalismo violento, el antisemitismo, el terror que los tiranos desencadenan, la venganza en sus diversas formas y calibres constituyen simple muestrario de las manifestaciones múltiples de esta actitud negativa y negadora del espíritu, (v. las principales voces cit.). (70, 3.369, 3.803, 4.023, 5.535, 5.756.)
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