- En los fueros aragoneses, la que era de alguna ciudad, a diferencia de las villanas, las pertenecientes a alguna villa del rey o de un señor infanzón. A la muerte del marido, aunque una y otra podían sacar de los bienes del marido o comunes sus vestidos, joyas, lecho cotidiano y dos bestias de labor con sus aperos, las infanzonas gozaban además del privilegio de pieza de plata y muía para cabalgar.
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