- En el sistema penitenciario yanqui existen diversos tipos en que el trabajo agrícola, sin el carácter de forzado o agotador, se emplea como corrección o beneficio de los presidiarios. En ciertas granjas municipales cumplen sus penas privativas de libertad los condenados por delitos leves; tienen tales establecimientos la finalidad principal de evitar el contacto de los novicios en la delincuencia con los reincidentes o perversos. Existen otras granjas, auxiliares de los presidios, a fin de separar a los delincuentes por su condición Q condena, y con la utilidad supletoria de facilitar provisiones para los establecimientos penales.
En otro sistema agrícola y carcelario, los condenados se asignaban, en una especie de arriendo, a los granjeros del Sur, obligados a la vigilancia, alimentación y alojamiento de los penados, a cambio del trabajo o utilidad que de ellos obtenían. Los abusos cometidos, la facilidad para las fugas, la competencia desleal con el trabajo libre y la ofensa que para éste significaba,- decidieron a abolir el cumplimiento de las penas en esta clase de granjas. Finalmente, existen grandes establecimientos penitenciarios donde el trabajo es exclusivamente agrícola, aunque se le oriente también hacia lo industrial y la artesanía. En ellos, después de los reconocimientos médicos y pedagógicos del caso, se impone la actividad agrícola más conveniente para la readaptación social del condenado.
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