- Este alcaloide ha sido denominado la droga^de la verdad. Aplicado a las personas, las sume en un sopor o semiinconsciencia, que permite interrogarlas con gran seguridad, según sus propugnadores, de conseguir respuestas sinceras. Su empleo requiere una dosificación precisa que anule la voluntad del sujeto y le conserve la audición y la memoria. Ha dado resultado en ciertos hechos criminales; pero ha provocado asintismO autoacusaciones totalmente falsas, fruto de otros procesos imaginativos del paciente y ajenos a su vida.
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