- Físicamente, la atmósfera terrestre. El horizonte. El espacio aéreo. El espacio intersideral que dominamos. En sentido religioso, la mansión divina y la de los justos. El mismo Dios. Lugar o estado dichoso y feliz.
En el primer aspecto, el cielo plantea los problemas de su dominio personal y nacional y de su utilización, expuesto en las voces AIRE y ESPACIO AÉREO. A la consecución de la morada celestial tiende en definitiva todo el Derecho Canónico, como toda la doctrina eclesiástica, (v. INFIERNO.)
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