- Cada uno de los diez prelados que, en Roma, conoce en apelación de las causas de todo el mundo cristiano. El tribunal de la Rota es el supremo en Derecho Canónico, salvo la autoridad trascendente del pontífice. Fué establecido por el papa Juan XXII.
Como dato interesante debemos indicar que todos los países católicos debían apelar, en tercera o última instancia, en todos los pleitos eclesiásticos, a Roma, menos España; donde, por privilegio especial, concedido por la Santa Sede a la monarquía católica, existió, hasta el año 1939, el Sagrado Tribunal de la Rota Española, sito en Madrid en la Nunciatura; y formado por el Nuncio de S. S. y los auditores eclesiásticos nombrados por la corona y ratificados por el papa, que conocía en tercera y última instancia de las causas que llegaban a él, por apelación de los metropolitanos y otros jueces eclesiásticos.
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