- La voz asesino, según Escriche, viene de cierto pueblo, llamado asesino (o bebedor de haxix), que habitaba en los montes de Fenicia; y del cual se valían los sarracenos para que matasen alevosamente a los príncipes cristianos. Según otro parecer, los asesinos constituían una secta religiosa, con el voto de matar a quien el jefe ordenara.
La ley 3* del tít. XXVII, de la Part. VH, da el nombre de asesinos a los hombres desesperados y malos que a traición matan a otros que no pueden guardarse de ellos, encubriéndose de varios modos para efectuar su premeditada maldad.
En la actualidad, para el Derecho Penal, asesino es quien comete el delito más grave contra la vida de las personas (con exclusión del parricidio), dando muerte con alguna circunstancia de perfidia, brutalidad, vileza, crueldad, exponiendo a enormes estragos o con medios que faciliten la agresión o permitan una probable impunidad. Más concretamente, allí donde el Código penal respectivo establezca el delito de asesinato, el reo de éste. Tal es el caso de la legislación española, pero no el de la argentina, (v. ASESINATO.) Sin rigor técnico, y más bien por impulso pasional, se da habitualmente el nombre de asesino a los simples homicidas, que son moralmente menos, e incluso a los parricidas, que son legal y socialmente más despreciables o más desdichados, (v. HOMICIDIO, PARRICIDIO.)
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