- Lo practican individuos de un cinismo extraordinario; ya que no vacilan en abordar a su víctima en plena vía pública, aun concurrida. Se dirigen con voz entrecortada u otra que estimen oportuna al "cliente", mientras le enseñan a medias, objetos de oro o de gran valor, que dicen ser de contrabando, producto de robo o de un hallazgo, y que ofrecen a muy buen precio. Si la víctima se interesa, le instan a que los examine a su gusto y se convenza de la legitimidad y valor, operación que suele efectuarse en un portal. Recurren incluso, si el cliente vacila, a un perito, amigo de ellos por lo general, y a veces dejado, para persua- ción más eficaz, a la elección del timado; en cuyo caso el timador ha de disponer de un objeto legítimo y otro falso, que cambia tras convencer al comprador de la autenticidad y antes de pagarle el primo una cantidad menor que la corriente, pero exorbitante por la baratija que en definitiva se le entrega al timado, que en este timo tarda en ocasiones largo tiempo en percatarse del engaño.
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➥ Ratificaron la destitución de una jueza por ignorancia del derecho e incumplimiento reiterado de sus obligaciones
➥ Sobreseyeron por prescripción a uno de los imputados negando el beneficio a quienes continuaron abusando de la víctima
➥ Revocaron la sentencia que había rechazado el retiro del policía por incapacidad total por acto de servicio
➥ Ratificaron la improcedencia de la capitalización anual de los créditos laborales desde la notificación de la demanda