- Al concluir la Segunda guerra mundial, con la mira de reorganizar las federaciones internacionales de trabajadores, quebrantadas luego de la implacable persecución del "nazismo" y del "fascismo", y con el propósito de aplacar los rencores pretéritos entre las Internacionales de Amsterdam (la Segunda Internacional, la socialista) y la de Moscú (la Tercera, la comunista), se celebró el 25 de septiembre de 1945, en París, la Conferencia Mundial de Sindicatos, presidida por León Jouhaux, secretario de la Unión General del Trabajo de Francia. 300 delegados, en representación de 66.000.000 de trabajadores, de 56 países, correspondientes a 45 federaciones, resolvieron unificar su acción al crear este nuevo organismo: la Federación Mundial de Sindicatos, regida por un Consejo Internacional, integrado por 26 miembros de los diversos países.
Fiel a su deslealtad, apenas organizada la Federación, Rusia comenzó a socavarla imprimiéndole un virus de escisión, salvo claudicar ante sus consignas genuinamente comunistas y de quinta columna para las auténticas democracias.
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