- Conducta matrimonial, y por supuesto de las uniones libres, que tiende a excluir toda procreación puramente casual, con evidente tendencia a la restricción, cuando no a la supresión, por dilaciones y condicionales que imposibilitan a veces la realización de los propósitos, perdidas ya las energías naturales.
Se incluyen asimismo en este concepto las prácticas anticoncepcionales e incluso la abstinencia marital; pero no el celibato, ni los obstáculos preventivos de Malthus (como no facilitar muchos recursos económicos antes de los 30 años). Debe excluirse asimismo la práctica del aborto como parte de lá natalidad dirigida; ya que ésta debe evitar tales frustraciones, y no entregarse a actividades delictivas ante el concebido, que puede ser el fruto calculado de la natalidad consciente.
La Iglesia por principios morales y la mayoría de los gobiernos, aunque bastantes preocupados únicamente porque no mermen los reemplazos, condenan la. natalidad dirigida, sin que falten apóstoles de esta nueva fe patriótica, como Petain en Francia, y Hitler en Alemania, que no han apoyado con su ejemplo su llamamiento ardoroso para aumentar la natalidad, la producción humana del país.
[Inicio] >>