- Tanto es la acción de inscribir un aparato de aviación en el Registro público correspondiente como el certificado que lo acredita y las letras convencionales que para su identificación han de ponerse en cada aparato. Según el Convenio Internacional de París, de 1919, cada aeronave debe inscribirse en un solo país, lo cual determina su nacionalidad: la de éste, por supuesto. En principio, está prohibido el vuelo sobre el territorio nacional, sus aguas jurisdiccionales y posesiones a todo aparato no matriculado.
La matrícula o inscripción presenta dos formas: a) el certificado de matrícula; b) la marca de matrícula. El primero es el documento público y oficial en que consta la inscripción de la aeronave, con el correspondiente número, marcas de nacionalidad y matrícula o patente, tipo y clase de la aeronave, nombre y domicilio del constructor y del propietario, número del aparato, aeródromo habitual del mismo, fecha de la inscripción y firma y sello del funcionario que lo expide. Se acredita, pues, tanto la propiedad de la nave como se posibilita la identificación de la misma.
Con la marca de matrícula se trata de individualizar el aparato de aviación. Consiste en signos exteriores bien visibles. En primer término, la nacionalidad, que consta por una inicial, una mayúscula en caracteres romanos, determinada rigurosamente por tratados internacionales: para España, la E; para Francia, la F; para Gran Bretaña, la G; para Italia, la I; para Alemania, la D (de Deutsche Reick), etc. A continuación, la matrícula propiamente dicha, compuesta por cuatro letras, una de las cuales ha de ser vocal, a cuyos fines se considera como tal la Y. Estas letras son reguladas por cada Estado para las diversas clases de aeronaves (civiles, militares, de turismo, etc.), y según los registros en que se anotan, entre otros elementos de ese código.
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➥ La Corte puntana debió revocar la sentencia en la que rechazó una indemnización por violación a la propiedad privada
➥ Confirmaron la condena por abuso sexual basados en el testimonio de la víctima y de su madre
➥ Calificaron de permanente el daño psicológico sufrido por la empleada a raíz de un accidente in itinere
➥ Ordenaron al trabajador restituir a la aseguradora los fondos percibidos en exceso