- Entendido este concepto (el de orden público) tan sólo como tranquilidad en las reuniones y en las vías públicas, sin otras excepciones que ciertos abusos del poder, y prescindiendo de la idea del mismo como equilibrio justo en la convivencia social, el mantenimiento del orden público se ha convertido, luego de adquirir virulencia el problema social y lograr pujanza las organizaciones obreras, en uno de los fines primordiales del gobierno, y el exclusivo, aunque envuelto en lenguaje solemne o pedante acerca de otros propósitos, en los regímenes totalitarios de corte fascista. La efectividad de ese mantenimiento. preparado como una fundamental campaña bélica de carácter interno, se confía a los cuerpos de policía, ya sea uniformada, para la custodia y represión viólenla; ya sin uniformar (o policía simplemente), encargada de formar censos y registros inacabables de adictos, dudosos y enemigos, y de proceder a la vigilancia, detención o tortura, según los casos y los sistemas, de los elementos peligrosos para el poder constituido.
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