- Neologismo, aplicado en el Derecho Canónico, para indicar que determinadas funciones eclesiásticas han de ser encomendadas a un sacerdote o religioso que sea natural de la nación o de la localidad donde haya de desempeñar el cargo, por conveniencias de su ministerio, y para mayor autoridad sobre los fieles o para la mejor comprensión de los mismos, (v. TRABAJADOR EXTRANJERO.)
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