- Por haberse producido uno de los casos más conocidos en Siam, se denominan así los hermanos gemelos que permanecen unidos corporalmente (por lo general por las caderas) luego del nacimiento. Su personalidad jurídica ofrece menos dificultades que su viabilidad, rara siempre, y menos luego de la separación intentada, aun en el caso forzoso de la muerte de uno de ellos, anticipo habitual del fallecimiento, sin más que separación de horas, del otro. De poseer, además dos cabezas y dos corazones, doble figura humana general, se trata sin dudé alguna de dos personas, y no de un monstruo (v.e.v.), como el únicamente bicéfalo (v.e.v.), en que ha de pensarse más bien en un solo ser, de supervivencia excepcionalísima.
Fuera de los problemas personales, sin duda resueltos por la máxima de las intimidades, nada impide que uno de los siameses contraiga matrimonio, ni los dos por supuesto; aun cuando sea insoluble en tal hipótesis la diversidad de domicilios...
Lo insólito de los hermanos siameses evita la consideración de situaciones complicadísimas; como la imposición de pena restrictiva de libertad a uno de ellos tan sólo, y más aún la Se muerte; o lo pertinente ante la voluntad de uno, contra la oposición del otro, de intentar el "divorcio" corporal más estricto, si el reacio alegara la experiencia mortal de los ensayos hasta ahora efectuados.
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