- Puede entenderse la expresión en el sentido de colocar los cuerpos de los muertos en los depósitos judiciales de cadáveres, a fin de facilitar la identificación de los desconocidos o el que puedan retirar aquéllos y proceder a su enterramiento los parientes del fallecido. Pero la locución posee otro significado más usual, como práctica, ofensiva para los sentimientos predominantes en la actualidad, y relativa al abandono o exposición de los ajusticiados o de los enemigos muertos violentamente, cuyos restos se dejaban insepultos en los caminos o en lugares públicos, para ejemplaridad y para que fueran devorados por ciertas aves de rapiña.
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