- Como equivalente a juramento, pero sin comprometer la conciencia con fórmula religiosa uniforme, que no todos comparten en su fuero interno, y como consecuencia de la separación de la Iglesia y el Estado, o por considerar sólo civil tal acto, en muchas naciones se denomina "promesa de la bandera" el solemne voto de fidelidad a ella. Sin violentar tanto ciertas creencias, o la falta de ellas, le alcanzan a esta ceremonia los mismos reparos que al juramento (v.e.v.), por la inutilidad de forzar las creencias la conciencia o la palabra del que promete o jura, cuando lo único eficaz en definitiva es la sanción para el que incumple un deber, no para la mera falta a lo solemnemente ofrecido o declarado, (v. JURA DE LA BANDERA.)
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