- La impuesta por la sola voluntad de un general vencedor, de un magistrado o del emperador. En algunos casos precedía la delegación popular, como en la lex de imperio (v.e.v.). Su objeto era establecer la condición jurídica de una ciudad o de un pueblo conquistado o conceder el derecho de ciudadanía; en ocasiones regulaba los derechos y obligaciones de los que cultivaban las posesiones imperiales, o bien la explotación de las minas, aunque en este último caso se hablaba más bien de leges dictae.
Residuo anacrónico de las leges datae son ciertos textos constitucionales, como la Carta otorgada por Luis XVIII a los franceses, en 1814; o el Estatuto Real español de 1834; y otras muchas cosas vistas y sufridas luego de la epidemia dictatorial europea, iniciada con el fascismo italiano.
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